Qué es la imagen sino la sobrevivencia misma; la evidencia de la historia que tiene la potencia de hacernos reflexionar sobre nuestra existencia en relación a lo que su sustancia nos revela. La manera en que Juan Carlos Coppel (Tucson, EE. UU., 1986) construye la imagen es dirigiendo primero la mirada a sí mismo, para luego desestabilizarla en una profunda preocupación de imaginar la posición del otro.

Y la alteridad en la obra de Coppel no aparece únicamente como personajes, sino también revela otras naturalezas, ya sean éstas dominadas o indomables ¿A caso la posición de la otredad no es la propia? Lo que está en juego en esta relación imagen-alteridad es el propio mito de la modernidad que separó a la humanidad de la naturaleza cuando realmente formamos parte de lo mismo: la vida y la muerte.

Por otra parte, en aquello que no logramos mirar en la obra de Juan Carlos, en la ausencia, está la presencia del tiempo. Entendamos el tiempo en la obra del artista como el recogimiento, en términos de Walter Benjamin, donde el espectador se encuentra ante la inmensidad de lo inefable e inasible  de su propio ser.

Octavio Avendaño Trujillo – curador